El Dios Envolvente

Recuerda mis promesas. Recuerda las promesas de las que te he hablado. No los dejes ir. Te prometí vida, fuerza, sanidad y poder. Mis palabras serán la armadura para fortalecerte cuando las dudas te asalten por todos lados. Sigue viniendo a mí y nunca olvides el destino que te he prometido, porque tu herencia se recibe por la fe. Toma mi Palabra y deja que se convierta en tu fundamento. Párate sobre élla. Envuélvela alrededor de tus pensamientos y déjala salir de tus labios.

Aumentará tu fe. Incluso las promesas que te he hecho personalmente son dignas de confianza. No mires a la derecha ni a la izquierda, sino mantén tu corazón fijo en mí. Juzga toda profecía que te den por el testimonio de mi Espíritu Santo dentro de ti. Deja que tu esperanza sea avivada por las palabras que te doy. No tengas miedo de creerme completamente y de invertir en mis promesas.

Cada palabra que hablo está viva y trae luz a cada abismo oscuro. Salmo 18:30 La traducción de la pasión ¡Yahvé, qué Dios perfecto eres! Todas las promesas de Yahweh se han cumplido.

Qué refugio seguro para todos aquellos que se vuelven a esconder en ti, el Dios envolvente.